Anthony Dod Mantle acompaña por tercera vez a Danny Boyle en un proyecto cinematográfico como director de fotografía.
Como ya sabemos, en la producción de una película, una de las premisas con las que se cuenta es que el director y su equipo técnico deben manipular la realidad para mostrar las imágenes y el tono que se desea. Al hacer Slumdog Millionaire se dieron cuenta que esto era complicado, según palabras del director: “Sencillamente, en India no se tiene tal control. Si buscas tenerlo te puedes volver loco. No tienes más remedio que dejarte llevar y a ver qué pasa.” La mayoría de las localizaciones de la película son reales, las calles caóticas de una de las ciudades más pobladas del mundo.”
Por todo ello se tomó la decisión de grabar las imágenes de la película con unas pequeñas cámaras digitales Silicon Imaging SI-2K MINI e incluso una Canon EOS-1D Mark III. Hacerlo con este tipo de cámaras les permitía tener más movilidad en espacios reducidos y poco controlables.
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Canon EOS-1D Mark III |
Usar estas cámaras provocaba que en condiciones de luz muy bajas o en tomas nocturnas apareciese algo de grano e incluso que la imagen sea algo borrosa. Esto sucede por una decisión del propio director al usar estos medios técnicos para conseguir una estética concreta. También se trata de una decisión artística que para algunas secuencias del pasado del protagonista se use la cámara lenta y el desenfoque.
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Silicon Imaging SI-2K MINI |
Según palabras de Danny Boyle, “Anthony fue capaz de ir grabando cámara en mano con las SI-2K. Aunque tenía un giróscopo que le podía estabilizar las imágenes, prefería llevarlas en mano y tener más agilidad para grabar en áreas pequeñas y estrechas, que en definitiva es lo que hay en los barrios de chabolas como aquellos. Puedes capturar una parte de la vida que te rodea sin que la gente se percate.”
En general, se puede resumir la propuesta visual de contrastes. En todos los sentidos podemos encontrar referencia a esta premisa. Las localizaciones son a menudo muy diversas entre ellas, en algunos momentos puedes estar en el Taj Majal y en otros sumergirte en la pobreza más extrema. Con los planos también pasa esto mismo, en la película se muestran multitud de planos cortos con cámara en mano intercalándolos con planos aéreos muy generales para ubicarte.
El contraste en el color casi no necesita mención alguna, en las escenas de día los colores están muy marcados y diferenciados en las ropas de la gente, los elementos de escenografía, sobre todo en los viajes en tren de los hermanos.
Mientras en estas escenas el cielo aparece bastante sobreexpuesto, con bastante contraste y un tono amarillento, dando la sensación de calor asfixiante, en las escenas nocturnas hay un granulado y desenfoque y muchísimo menos contraste, esto ocurre por ejemplo en el orfanato donde se encuentran los dos hermanos y Latika.
También los contrapicados, unidos a ópticas angulares más o menos extremas, son moneda corriente en el film.